La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que ha impactado diversas industrias, generando innovación pero también planteando desafíos sobre el futuro del empleo.
Si bien la IA tiene el potencial de automatizar algunos trabajos, un reciente estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sugiere que desplegar esta tecnología sigue siendo muy costoso, por lo que es probable que los empleadores prefieran mantener a sus trabajadores humanos, al menos por ahora.
El estudio Más allá de la exposición a la IA analizó los costos reales de implementar sistemas de IA capaces de automatizar tareas visuales como la inspección de calidad.
Los investigadores descubrieron que en muchos casos, el beneficio económico de la automatización no compensa su alto costo.
Por ejemplo, para una pequeña panadería, automatizar visualmente la revisión de ingredientes solo ahorraría 14.000 dólares al año, muy por debajo del costo de implementar la tecnología.
En conclusión, aunque la IA ya puede realizar muchas tareas humanas, su adopción sigue sin tener sentido económico para varias empresas.
El estudio se centra en modelar el costo real de implementar sistemas de visión computarizada capaces de automatizar tareas visuales, en lugar de sólo analizar qué trabajos podrían teóricamente ser automatizados. Esta perspectiva económica permite predecir de forma más realista cómo impactará la IA al empleo.
Los investigadores primero encuestaron a trabajadores para determinar el rendimiento necesario de un sistema automatizado. Luego, modelaron el costo de construir dicho sistema y finalmente evaluaron si la adopción de IA era atractiva económicamente para las empresas.
El ejemplo de la panadería ilustra por qué considerar el costo es esencial. Aunque automatizar visualmente la revisión de ingredientes es factible con IA, implementar la tecnología costaría mucho más que el ahorro relativamente pequeño en salarios. Por lo tanto, no tendría sentido financiero para una pequeña empresa.
Si bien la IA sigue progresando rápidamente, desplegar modelos capaces de igualar o superar el rendimiento humano en diversas tareas resulta muy caro actualmente. Por esta razón, la mayoría de las empresas aún encuentran que es más rentable mantener trabajadores humanos para estas tareas, incluso si ya existen alternativas de IA.
Esto sugiere que, aunque ciertos trabajos podrían automatizarse gradualmente en el futuro, es poco probable una disrupción masiva del empleo por IA en el corto plazo. Las preocupaciones sobre olas inminentes de desempleo tecnológico podrían estar sobreestimadas.
Sin embargo, a medida que la IA se vuelva más barata y accesible, la adopción a gran escala será más probable. Por lo tanto, los trabajadores aún deben prepararse desarrollando habilidades que los hagan menos susceptibles a la automatización.
Si deseas más información puedes acceder a la investigación del MIT en este enlace.